Daniela y Marilia son hermanas y riazanas. Con 16 y 13 años respectivamente, comparten esfuerzos y emociones a lomos de los caballos que cuidan en su cuadra de reciente creación. Representan el valor del deporte y la juventud que tendrá que tomar las riendas en un futuro no muy lejano.
Gracias por atender esta entrevista en plan binomio. La primera que hacemos de este tipo.
¿Cómo fueron vuestros inicios en el mundo ecuestre?
Daniela.- Todo empezó con un caballo de balancín que me regalaron por Navidad, le llame Roberto era como mi mascota o eso me han hecho entender mis padres los cuales siempre me han inculcado la pasión hacia este deporte y por supuesto al gran amor hacia estos grandes animales “LOS CABALLOS”. Al cabo de un tiempo me regalaron otro caballo este también era de juguete más grande y artículado se movía, así que tras insistir a mis padres conseguí empezar a montar a caballo. Empecé a montar en La Vereda en Riaza, de la mano de Josete, Teresa, sus hijos y Mohamed allí comence montando a ponis como Daisy, y a medida que fui creciendo fui cambiando de caballos cada vez un poquito más grandes como Dar, Triana o el gran Simbad. Allí es donde realmente empezó mi gran pasión por este deporte ya que me enseñaron a cuidar a estos animales como uno más de la familia, y por supuesto lo duro que es este mundo y todo el esfuerzo que conlleva.
Marilia.- Mis inicios en el mundo ecuestre fueron gracias a mi hermana que consiguió convencer a mis padres para dar nuestra primera clase de equitación donde entendí a mi hermana y lo que ella sentía hacia este mundo. La verdad que yo di bastante guerra en cuanto a que no me gustaba montar en poni y solo quería montar a caballos grandes pero claro al ser una niña tan pequeña me decían que todos los niños empezaban a montar en poni y que no pasaba nada que con el paso del tiempo iría cambiando a caballos más grandes, pero yo seguía siendo igual de cabezota, así que después de tanto insistir conseguí montar a un caballo, más bien a una yegua, a mi querida Perla y a partir de entonces todo cambio.
¿Cómo ha sido vuestro recorrido de aprendizaje?
La verdad que nuestro recorrido no ha sido fácil ya que hemos tenido que vivir una gran variedad de situaciones, tanto buenas como malas.
Como ya hemos dicho anteriormente empezamos a montar en La Vereda, más tarde dejamos de montar aproximadamente durante cuatro años y luego continuamos montando en La Yeguada Riaza, de la mano de Javier Martin donde aprendimos un montón de cosas nuevas, allí empezamos a profundizar más en este deporte y pasión. En doma aprendimos a realizar los diferentes movimientos que en esta se practican, empezamos a hacer reprises y fuimos a varios concursos por la zona, donde conocimos a la Asociación. Más tarde empezamos a saltar y concursamos en varios concursos de salto con La Yeguada Riaza, como la liga Inter clubs donde nos adheríamos al Club Soto Ocio de Valladolid, entre otros concursos. En la Yeguada también aprendimos a saber lo duro que es enseñar cosas nuevas a un caballo y el esfuerzo que conlleva ya que cuando llegaron nuestros caballos no sabían hacer casi nada por lo que Javier el dueño de la Yeguada nos ayudó un montón a la hora de enseñarles todo lo que saben ahora. Gracias a la Yeguada también hemos podido vivir la experiencia de realizar el paseíllo en las fiestas de nuestro pueblo, Riaza, lo cual fue una experiencia inolvidable. Hemos concursado en los Raid y Trecs que había organizado la Asociación por nuestra cuenta lo que nos pareció que estaba muy bien para realizar disciplinas distintas a la doma y el salto y que podían ayudarnos con nuestros caballos para que probasen otro tipo de ejercicios. También montamos en la Tinada del Cadagua donde buscamos gracias a la ayuda de José Andrés esa técnica, calma y compenetración entre caballo y jinete que es necesaria en todo momento.
¿Qué tipo de entrenamiento soléis hacer?
Daniela.- La equitación es un deporte en el cual se evalúa tanto al jinete como al caballo no deja de ser un binomio.
Por lo que nosotras intentamos entrenar tanto a nuestros caballos como a nosotras mismas, ya que nosotras debemos intentar en todo momento llevar una buena posición y realizar las ayudas correctamente para que ellos entiendan en todo momento lo que les estamos pidiendo.
Nosotras para conseguir esto realizamos doma clásica, donde intentamos guiar y ordenar a nuestro caballo mediante movimientos, figuras y transiciones.
Por otro lado realizamos salto, que es una disciplina que se encarga de que el binomio de jinete y caballo salten una serie de obstáculos con una precisión y un orden a seguir. Últimamente es lo que más hemos realizado ya que competíamos en La Liga Interclubs. Nosotras intentamos saltar una vez a la semana ya que tampoco es bueno saltar muchos días para no dañar las patas a los caballos. También nos gusta ir a dar paseos ya que es bueno para ellos hacer ejercicio en una superficie distinta a lo que puede ser la pista de arena y nos ayuda a la hora de que pierdan los miedos hacia cosas que puedan asustarles y que nosotras intentemos conseguir una mejor orientación.
¿Qué tal vuestra cuadra en Riaza? ¿Os encargáis vosotras del cuidado y mantenimiento de los caballos?
Daniela- Es una experiencia que nos ha cambiado la vida, nos ha hecho ver el mundo desde otra perspectiva ya que a pesar de ser unas niñas todavía, nos hemos tenido que dar cuenta de que es un trabajo duro aunque admirable. La verdad es que nosotras hemos tenido bastante suerte ya que tenemos una familia que nos ha apoyado mucho ante esta pasión ya que anteriormente ellos tuvieron caballos, ellos ante todo nos han hecho entender que “a quien algo quiere algo le cuesta”.
Con nuestra cuadra llevamos desde diciembre de 2018, la verdad que no empezamos con muy buen pie ya que fue una de las más tristes y duras experiencias de nuestras vidas debido a que casi perdemos a nuestro querido caballo Zeus a causa de un cólico pero como se dice todo esfuerzo tiene una recompensa, después de una semana de dormir con el ya que teníamos que darle cuerda durante diez minutos cada media hora y con la gran ayuda de nuestro gran veterinario Jose Villa que siempre estuvo ahí cuando le necesitamos Zeus ha conseguido salir adelante convirtiéndose en un gran caballo. Pero por eso a partir de entonces intentamos que nuestros caballos tengan la mejor vida posible, para ello mi familia nos ha hecho una nave donde tenemos la pista, las cuadras y los prados de hierba donde Atila y Zeus nuestros grandiosos caballos corren en libertad.
La verdad que sin la ayuda de nuestra familia esto no sería posible ya que nosotras tenemos que compaginar nuestros estudios con este deporte, entendiendo que estos animales necesitan salir, comer y estar limpios todos los días.
¿Qué consejos le daríais a un niño o niña que comienza a montar a caballo?
Daniela.- Montar a caballo es algo sin lo que ahora mismo yo creo que me costaría vivir, el amor que se coge a estos animales es inimaginable por lo que el primer consejo que yo le daría a alguien que empieza a montar a caballos es que ante todo disfrute que cada momento que va a vivir es único e irrepetible, claro eso si no nos debemos olvidar que el caballo es una animal con mente propia por lo que este deporte no es fácil, no es algo que vayamos a conseguir aprender de la noche a la mañana ni nosotros ni los caballos por eso yo os recomendaría que intentéis ser constantes y ante todo comprensibles con este magnífico animal.
Marilia.- Mi consejo seria que si le gusta de verdad que no deje de montar y podrá llegar a grandes cosas.
Para terminar, ¿que creéis que os debería aportar la Asociación de caballistas?
Daniela.- La asociación de caballistas yo creo que me haría ver el mundo del caballo desde una perspectiva diferente y espero así poder conocer gente nueva la cual nos pueda enseñar métodos que nos puedan ser de gran utilidad a la hora de pensar o realizar una variedad de ejercicios en diferentes disciplinas.
Marilia.- Que podamos aprender cosas nuevas de este fantástico deporte y de estos animales, cada día, mejorar la técnica montando, como cuidar mejor a los caballos, realizar diferentes actividades y clinic con el grupo de socios, y en definitiva compartir esta pasión que nos une.
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